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Ingredientes para 8 personas:
  • 500 g de sémola de trigo duro
  • 250ml de agua tibia
  • 50 g de manteca
  • 500 g de queso pecorino fresco
  • ralladura de 1 limón
  • aceite de oliva virgen extra
  • aceite de maní para freír
  • Miel

Preparación:

Las sebadas son una excelencia absoluta de la producción culinaria sarda, una delicia con un sabor intenso y una consistencia fibrosa que se mezclan en una perfecta armonía de sabores y aromas.

La elaboración de las Sebadas comienza con la preparación de la masa con la que se preparan estos raviolis de queso. Los ingredientes utilizados son simples: sémola de trigo duro, agua y manteca de cerdo, pero la elaboración requiere una buena destreza para obtener un resultado perfecto. En un bol, mezclar la sémola con el agua y la manteca de cerdo hasta conseguir una masa tersa y elástica. Cubrir con un paño y dejar reposar al menos media hora. Se recomienda el uso de una batidora hasta obtener una pasta suave y homogénea. La masa preparada a mano con un rodillo o con una máquina para hacer pasta debe tener un espesor de aproximadamente un milímetro. De forma redonda con un diámetro de 14 cm, como un bol, hacer discos de masa.

El relleno de las Sebadas se prepara desmenuzando finamente el queso fresco y trabajándolo en una cazuela, volteándolo con paciencia a fuego lento para quitarle la parte de suero, hasta que quede suave y trabajable en pequeñas porciones en forma de disco plano con un diámetro de 10 cm y 3 mm de espesor. La elaboración, que consiste en añadir ralladura de limón, es un proceso complejo que requiere paciencia y atención para obtener una textura suave y un sabor intenso. Usar un queso pecorino fresco ligeramente ácido sería ideal para obtener un resultado aún más sabroso.

Una vez listo el relleno y la masa, estirar la masa y colocar los discos de queso sobre los discos de pasta, luego cubrirlos con otro disco de masa y cerrar los ravioles presionando bien los bordes y sellando las Sebadas con la rueda pequeña dando una agradable forma ondulada hasta el borde.

Posteriormente, los raviolis se fríen en aceite de cacahuete, opción ideal para obtener una cocción uniforme y una crocante perfecta que realza la textura fibrosa del queso. Escúrrelas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Para servir las Sebadas calientes, se recomienda añadir unas gotas de miel en la superficie para dar un toque de dulzor que va a la perfección con el sabor del queso.

Este plato es un postre típico de la tradición culinaria sarda, pero también es una excelente opción para un enérgico segundo plato con queso, capaz de satisfacer hasta los paladares más exigentes.

Para acompañar este delicioso plato, recomendamos un vino blanco espumoso fresco como un Vermentino de Cerdeña o un Muller Thurgau, capaces de realzar los delicados sabores del relleno de queso y equilibrar la textura fibrosa con la nota chispeante del vino. Elegir el vino adecuado es importante para potenciar los matices aromáticos del plato y hacerlo aún más sabroso.

¡Disfrute de su comida!