Ingredientes para 4 personas:
  • 400 g de tortiglioni
  • 400 gramos de tomates pelados
  • 300g de gambas
  • diente de ajo
  • 2 chiles frescos
  • 1 vaso de vino blanco seco
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal

Preparación:

Para empezar, hazte con unas gambas frescas de excelente calidad, ya que le darán un sabor inconfundible a tu plato. Posteriormente, pasar a la fase de limpieza, retirando con cuidado las gambas del caparazón, pero dejando la cabeza limpia de antenas.

Tome una sartén grande y dore el ajo y la guindilla fresca en aceite de oliva virgen extra caliente. Cuando el ajo empiece a dorarse ligeramente, tritura todo con un poco de vino blanco seco para evitar que se queme. A continuación, añadimos las gambas a la sartén y las salteamos durante unos minutos, removiendo suavemente para que se mezclen todos los sabores. Con la ayuda de una cuchara de madera, trituramos suavemente las cabezas de las gambas para exprimirles el jugo que contribuirá a dar todo el sabor a la salsa.

continuación, vierte un poco de vino blanco y deja que se evapore durante aproximadamente un minuto. Añadir los tomates pelados, troceados y sin piel residual. Sazone con una pequeña cantidad de sal, teniendo cuidado de no excederse ya que los ingredientes utilizados son naturalmente sabrosos y un exceso de sal podría comprometer el equilibrio de sabores. Una pizca de sal debería ser suficiente para resaltar los sabores sin dominarlos o hacerlos demasiado salados. Antes de añadir sal, probar siempre el plato para ajustar la cantidad. Deje que todo se cocine a fuego medio durante unos 10 minutos, hasta que la salsa se haya espesado y los sabores se hayan mezclado bien.

Mientras tanto, ponga a hervir una olla de agua con sal y cocine los tortiglioni hasta que estén al dente. Escurra la pasta y transfiérala a la sartén con la salsa de camarones. Rehogar todo junto unos minutos, para que los tortiglioni se llenen y se sazonen bien con la salsa.

Para una presentación impecable, sirva los tortiglioni calientes colocando las gambas encima del plato.

Para acompañar este delicioso plato, te sugiero que optes por un vino blanco fresco y vivo, como el espumoso Garda de Veneto o el Pignoletto Colli Bolognesi de Emilia. Ambos vinos son perfectos para realzar los sabores del mar y la delicadeza de la salsa, sin sobrecargar el plato con notas demasiado fuertes ni perturbar la armonía de sabores. Servir el vino bien frío, para poder apreciar plenamente su frescura y amabilidad en boca.

¡Disfrute de su comida!